Viena
Es verdad que cuando uno visita Viena es fácil pretender que somos parte del pasado; que al caminar sus calles nos cruzaremos con Freud o Mozart en un día cualquiera; que lo bien que están conservados sus palacios, museos, cafés y monumentos, nos hace pensar que Sisi (la emperatriz) está a la vuelta de la esquina; pero también es cierto que en esta ciudad ha resurgido en los últimos años un interés por el arte, la música y su “movida” cultural. Viena es la bisagra que comunica a Europa del este con el oeste, y está en el radar internacional de artistas y creativos, e incluso, de estudiantes. Es una ciudad con mucha calidad de vida, yo la quiero y conozco mucho pues tengo familia austríaca-venezolana, así que aquí les van mis recomendaciones:
Pasear por el centro, visitar la catedral de St Stephans y recorrer el Ringstrasse en tranvía.
Pasear por el Stadpark, uno de sus parques más bonitos, en el corazón de la ciudad.
Visitar el bosque del Prater, que es también el parque de atracciones más antiguo (y bonito) del mundo.
Ir a la Ópera. Viena es Ópera.
Visitar el Museums Quartier, uno de los complejos de museos más grandes del mundo diseñado con una arquitectura industrial, en donde destacan obras del siglo XX y arte contemporáneo
Visitar Hofburg, el enorme palacio que albergó a la dinastía de los Habsburgo hasta finales de la Primera Guerra Mundial, enfrente está Heldenplatz, la plaza de los héroes en cuyo balcón Hitler dio su famoso discurso.
Hay muchísimos museos, si les da pereza visitarlos todos (o no tienen tiempo), yo por mis gustos artísticos visitaría el Leopold Museum, una galería de arte contemporáneo muy cool con obras de Schiele y Klimt, entre otros, y el Albertina Museum.
Visitar el edificio de la Secesión, que alguna vez fue denunciado como una obra de mal gusto, y hoy en día es considerado una obra de arte en si misma.
Visitar el Palacio Belvedere, el mejor palacio de Viena construido para el principe Eugene de Savoy, tiene unos jardines muy bonitos y una de las galerías de arte más populares de la ciudad. Para mi es un must pues aquí se exhibe el Beso de Klimt.
Un poco alejado del centro, pero imprescindible su visita, está el Palacio de Schonbrunn, conocido como el Versalles vienés, era el palacio de verano de los Habsburgo. Bellísimo, merece la pena también su zoológico (el más antiguo del mundo)
Ir de compras por Margaretenstrasse, Karntenstrasse y Graben.
Si les sobra tiempo y van en verano, ir a un “Heurigen” (viñedos) en la zona de Grinzing, en las afueras de Viena. Mayer Am Pfarrplatz es mi recomendación. Es un plan divertido y les permite ver un poco del campo austríaco que es de las mejores cosas que tiene el país.
Tip: Aunque en navidad hace mucho frio, es una época bonita para visitarla, pues Austria (y en especial Viena) es famosa por sus mercadillos, venden cosas típicas muy bonitas, se come comida local y hay actividades para los niños, es todo un plan.
DÓNDE COMER
DÓNDE HOSPEDARSE
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